jueves, 19 de enero de 2012

Actores que escriben ¿O al revés?

Me ha llamado la atención que hace unos días el actor James Franco (sí, qué pasa, es "guapérrimo" y si veo una foto suya en una noticia voy corriendo a ver qué se cuece) ha firmado con Amazon la publicación de su nueva novela. Los detalles no han trascendido pero parece que no es su primera obra, pues ya tiene un libro de relatos publicados, aquí donde le veis.




En realidad no sé de qué me sorprendo. No es el primero ni tampoco será el último. Tendemos a juzgar con cierta facilidad a la "gentecilla del espectáculo" por lo fácil que acceden a determinados sectores de la Cultura. Ojo: con toda la razón. No voy a meterme en camisas de once varas, pero todos sabemos cómo en ocasiones se pasan de una cosa a la otra como si su talento fuera el mismo para todo simplemente porque ellos lo valen.


Pero, como decía, no voy a meterme en ese tipo de camisas, aunque sí voy a destacar que la relación entre cine y literatura no es una cosa que haya inventado mi querido amigo Franco (James, quiero decir). Podría citar cientos de películas basadas en obras literarias casi desde el comienzo del cine como industria. Desde adaptaciones más antiguas como Lo que el viento se llevó (1939), escrita por una ganadora del Premio Pultizer -M. Mitchell- , hasta las sagas de El Señor de los Anillos (2001, 2002 y 2003), de Tolkien, candidato nada menos que al Nobel; pasando por El Amante de Lady Chatterlay, o incluso adaptaciones televisivas como hemos visto en RTE de los clásicos españoles (Cañas y Barro, La Regenta, y un largo etc.). Se ve que el mundo del cine, y concretamente los guionistas, gustan de rebuscar historias entre los libros, porque eso de ser creativo es muy cansado. 


En fin, que no va de esto el post. Vamos a curiosear qué otros actores se dedican también, profesionalmente, a esto del papel y el lápiz.


Viggo Mortensen: no sólo es escritor de poemas (me voy a desmayar según lo escribo), sino que ha llegado a poseer una editorial.





Ethan Hawke: es el único del que he tenido el "placer" de leer algo. Su novela "Estado de excitación" me pareció una cagada poco menos que la que el propio Hawke declara que le hizo encima la mismísima Angelina Jolie mientras grababan una escena, y que él comenta en su Autobiografía (claro, para qué hacer que la escribiera otro, ya puestos...)




Jordi Mollá: como producto nacional podemos mencionar a Mollá, aunque no he conseguido averiguar si ha escrito más de una novela (creo que no). Pero es que éste es de los más polifacéticos, porque además ha dirigido cortos (y el largo No Somos Nadie, pero ésa es mejor ni mencionarla) y, atención, pinta. De hecho hace tiempo que vive de eso.




Isabel Ordaz: esta actriz, también entre las representantes patrias, es poetisa. Fue todo un gran descubrimiento. Literalmente, porque me la encontré firmando ejemplares de sus obras en plena Feria del Libro. Nada menos. Ya quisiera James Franco.




Lo que no sé, ahora que lo pienso, es que si ha habido escritores (de profesión, nada de aficionados), que se hayan dedicado al mundillo del espectáculo. Me da a mí que esos casos no me darían ni para medio post.

miércoles, 11 de enero de 2012

¡No son para tanto!

¿Por qué darnos semejante turra con mujeres como Jennifer Aniston, Eva Longoria, Anne Hathaway...? No cuestiono su elegancia, su gusto por la moda o su glamour. Que conste que no he elegido sus peores fotos o en las que sale sin maquillar. ¿A alguien le parece que sean para tanto?

Voy al grano:
Jennifer Aniston, la mujer más sexy de la historia

¿En serio? ¿Esta gente conoce a Ava Gardner?


Anne Hathaway, la Catwoman más sexy

¿Por delante Halle Berry? Venga ya...

Eva Longoria, la mujer más sexy de la TV

¡Con la de mujeres cañón que hay por Hollywood!

Sinceramente, no creo que en su adolescencia pasaran de ser las más guapas de su clase en el instituto. Y algunas, sin asesor de imagen, ni eso.



Por otro lado, ¿cuántas veces hemos dicho, "esta chica es mona"? Y nos hemos quedado aquí. ¿Por qué hay que sacarle punta a una conclusión que podría ser de lo más definitiva? ¿Por qué a veces no nos basta con llegar a este punto y final, sino que hay que analizar el aspecto físico de determinadas mujeres?

Obviemos el hecho de que a las mujeres en general, y a las que se dedican al espectáculo en particular, las medimos como a un cuarto kilo de carne de escaparate. Bien: al hacer este comentario ha quedado claro que no voy a pasarlo por alto, pese al "obviemos" del comienzo de la frase (pero qué falsa he sido), así que concedámonos el capricho de mencionar además aquella tópica cuestión de ¿hasta qué punto son ellas cómplices de eso?.

Esto viene a ser como plantearse quién fué primero: la gallina o el huevo. No vamos a darle muchas vueltas, lo prometo. Pero al menos reconozcamos que todos, cuando formamos socialmente parte de algo, y esto es inevitable cuando se vive en sociedad, (a menos que seas Remedios Cervantes y no te ajunten tus amigos después del show del azúcar), algo, decía yo, que implique ciertas reglas y forma de vivir, es inevitable que nos dejemos llevar. De la misma manera que nosotros no nos quedamos casi nunca en un "es mona" y ejercemos nuestro papel de jueces delante del escaparate, ellas también saben que no puede irse a un estreno sin pintarse el ojo. Y eso es así. ¿Qué estoy haciendo yo precisamente con este blog?

Total, que al final de lo que se trata es de que ni son tan guapas, ni tan altas, ni tan naturales, aunque muchos críticos, revistas, asesores y cotillas varios se empeñen en hacer que estas chavalas nos entren por los ojos. A mí no me parecen para tanto. Ni un pelo nunca fuera de sitio, maquillajes profesionales, caras estratégicamente iluminadas y cuerpos quirúrjicamente retocados. Y aún así, ni siquera me parecen lo que me quieren vender.

Sabiendo que lo sabemos, ¿a qué tanta insistencia con estas mujeres?